DIM: Ante Águilas, esta vez no hubo remontada. Por María Victoria Zapata B.

By Alfredo Carreño
Updated: 9 octubre, 2025

Del partido ante Águilas, quedó una derrota que no esperaban sus seguidores y una dura enseñanza: no siempre se puede remontar. Foto @DIM_Oficial.

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Por María Victoria Zapata B.
Columnista Cápsulas.

Una dolorosa e inesperada derrota del Deportivo Independiente Medellín, 1-2, ante Águilas Doradas, en el duelo aplazado de la undécima fecha, que se jugó ayer tarde en el estadio Polideportivo Sur de Envigado.

Tal como ocurriera con Atlético Junior y Deportes Tolima por Liga, lo mismo que ante Independiente Santa Fe en el partido de ida por Copa Colombia, el DIM tuvo que hacerle frente a un 0-2, en algún tramo de los mencionados encuentros.

Hoy se repitió la historia ante el onceno del municipio de Rionegro. Los zagueros Mateo Puerta, al minuto 11, y Diego Hernández, al 17, pusieron un tempranero 2-0 para Águilas y llevaron al DIM a remar de nuevo contra la corriente, en busca de un objetivo que infortunadamente no se logró esta vez.

El descuento rojo al minuto 39, en un cabezazo del defensa John Palacios, alimentó el sueño de la igualdad y posterior vuelta al marcador. Sin embargo no bastaron las ganas, la transpiración, la ambición ni el esfuerzo. Tampoco las múltiples opciones en el arco de Faríñez.

Y fueron insuficientes porque, a diferencia de jornadas anteriores, ante Águilas el equipo lució inconexo y falto de claridad y definición. Además careció de movilidad y serenidad en el área contraria y fue incapaz de romper el nutrido cerco defensivo local.

Pero también dejó nuevamente al desnudo sus severas deficiencias en defensa y en el banco. La zaga roja volvió a mostrar su insolvencia lo que hace del DIM un equipo desbalanceado entre defensa y ataque y la suplencia ratificó una vez más que su aporte es mínimo.

Y no deja de preocupar la facilidad con la que le hacen goles al DIM, especialmente en los primeros 45 minutos. Tampoco los aprietos en los que queda sumido el equipo tras la sustitución (o expulsión, como ya ha ocurrido) de alguno de los integrantes de su columna vertebral porque no hay quien los reemplace.

Si bien el DIM luchó incansable hasta el pitazo final e hizo derroche de combatividad así no le alcanzara para el empate, no dejan de inquietar la desconcentración con la que salta al gramado, los recurrentes marcadores parciales 0-2, las dificultades observadas hoy en desarrollo del compromiso y los graves problemas defensivos.

Sabemos que al DIM le sobran convicción y ambición. Y que también tiene más fútbol para dar, pese a sus carencias y deficiencias. Por ello, esperamos mayor sincronización y efectividad el próximo sábado, cuando enfrente al blanco de Manizales, el Once Caldas. Del partido ante Águilas, nos quedó una derrota que no esperábamos y una dura enseñanza: no siempre se puede remontar.
[María Victoria Zapata B.].