Capsulas de Carreño

DIM. Un empate que también suma ilusión.

BOGOTÁ. Homer Martínez, otro de los capitanes del DIM. Recordar que hizo parte de la cantera roja, hoy convertido en baluarte del mediocampo. Foto @DIM_Oficial.

=======

Por María Victoria Zapata B.
Columnista Cápsulas.
María Victoria Zapata, Dama Roja del comentario o simplemente Pola.

 

 Anoche, en el juego de ida de la final ante Santa Fe,  en  el  estadio El Campín,  el 0-0 nos dejó la tranquilidad de un valioso resultado conseguido  en condición de visitante,  y así mismo  nos quedó una sensación agridulce por las  opciones de gol que no se concretaron en el pórtico de Andrés Mosquera Marmolejo: Las dos de Léider Berrío, en los minutos 21 y 48  y  las  dos de Brayan León en el 45+3  y 78, cuatro inmejorables oportunidades para  reafirmar  el carácter  del DIM  2025-I y el sueño de séptima estrella.

 

Aunque el  compromiso  careció de brillo como espectáculo  y  de anotaciones,  el fútbol poderoso conservó su identidad,  mostró nuevamente  su estructura colectiva y derrochó   personalidad,  temperamento  y orden. Adoleció de  velocidad y volumen de ataque en el período inicial y  utilizó su habitual  contragolpe en el complementario. En cuanto al onceno local, le faltó expresividad a su juego lo mismo que ideas  y  llegadas- tan solo dos durante la totalidad del partido. Tampoco pudo descifrar el esquema táctico del DIM.

 

Si bien es cierto las opciones desperdiciadas  por Independiente Medellín se ciernen como una sombra en virtud de circunstancias similares vividas  en fase de todos contra todos, también lo es la continuidad  de un fútbol  fortalecido con  argumentos tácticos y estratégicos  y, además, con  jerarquía  y goles en la serie de cuadrangulares.  Y son estás últimas razones que, sumadas a un resultado igualmente meritorio  en El Campín, las que reafirman la esperanza y  fe que  siguen ahí,  invariables en el corazón del hincha poderoso.

 

Y hoy, a la espera del partido definitivo el próximo domingo, la ilusión está presente  en cada corazón de hincha y nos aferramos  fuertemente a ella gracias al trabajo de un técnico como Alejandro Restrepo y  de un puñado de jugadores- con reconocidos liderazgos unos, con callada labor otros, con transpiración  y esfuerzo, todos-   que nos restituyeron la capacidad de soñar y  le devolvieron la identidad y  alegría al fútbol  del DIM.

 

Con convicción  y ambición,  en la gramilla del Atanasio Girardot, ellos darán el paso que resta para arribar a la anhelada y tanto tiempo esperada  meta. Y contarán con el empuje de unas graderías engalanadas con nuestros emblemáticos colores, colmadas de rojos y  henchidos corazones, exuberantes,  estimulantes e ilimitados en su apoyo y aliento al Equipo del Pueblo. Será la fuerza vital del jugador N°12, el hincha del DIM.

Ahora más que nunca, se vale soñar.
[María Victoria Zapata B.].

Compartir:

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *