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El clásico fue muy nuestro. Dama Roja del comentario.
- Actualizado: 7 octubre, 2018
Por María Victoria Zapata B.
Con anotaciones de Germán Cano (de pena máxima) al minuto 13 y de Larry Angulo al 62, el Deportivo Independiente Medellín derrotó a Nacional en el clásico N°298.
Y ganó porque buscó el arco de Christian Vargas, porque tuvo en Andrés Ricaurte el líder que tanto se requería en mitad de campo, en Germán Cano a su goleador de casta, en Larry Angulo un volante que sobresalió en zona de contención y en Brayan Castrillón un canterano que sigue sorprendiendo por su técnica y fluidez.
Ganó porque, a despecho de nubladas fechas anteriores, el técnico Octavio Zambrano acertó con la escogencia del onceno titular que incluyó a William Parra, Larry Angulo y el sorprendente centrocampista juvenil Brayan Castrillón, con el módulo táctico y con la vocación ofensiva del equipo.
Ganó porque por vez primera en mucho tiempo mostró un bloque defensivo sólido en el que sobresalió Hernán Pertuz, especialmente en los primeros minutos del período complementario, y porque, tanto individual como colectivamente, le dio relevancia al talento de sus jugadores y a sus virtudes atacantes.
Ganó porque fue superior al Atlético Nacional en materia ofensiva, tuvo más opciones, mayor claridad en el ataque y marcó dos goles. También porque aprovechó una de sus fortalezas , agruparse en zona medular, lo que le permitió neutralizar el accionar verde en zona de volantes y en campo del DIM..
Ganó porque tuvo la capacidad de usufructuar las deficiencias del cuadro verde en defensa, armado y ataque y porque con un control total del medio campo le quitó todas las armas ofensivas a un rival que careció de orden, claridad e ideas armas y que solo pudo encontrar el gol del descuento después del cobro de un tiro libre, al minuto 89, y una acción fortuita del delantero Dayro Moreno.
Y, fundamentalmente, salió vencedor porque lo entregó todo en la cancha: Alma, corazón, fútbol, coraje y una convicción que desde hace rato no veíamos en el colectivo rojo.
Ante Nacional, el DIM conjugó de principio a fin los verbos transpirar y luchar, evidenció mejoría en todos sus frentes, trascendió las capacidades individuales de sus mejores jugadores y fue justo ganador del clásico.
Y la nota discordante..
E inconcebible desde todo punto de vista en un jugador de fútbol y, con mayor razón, de quien porta el brazalete de capitán. Acciones como esta constituyen un atentado al fútbol…!!!
La agresión del zaguero Alexis Henríquez, una falta alevosa y mal intencionada a su homólogo rojo, Germán Cano, al minuto 39. Un codazo en el rostro que mereció la expulsión inmediata, pero que no fue penalizada por el árbitro Andrés Rojas.
Acciones como esta merecen una severa sanción por parte de la Comisión de Disciplina y Castigo.
Finalmente, es preciso señalar que el comportamiento y el resultado de este clásico nos levantan el ánimo en esta recta final de la fase clasificatoria del campeonato. La mejoría colectiva del equipo, la presencia de jugadores como Angulo, Castrillón y Parra cuyo aporte ha sido significativo para el DIM y, sobre todo, la motivación observada en los dos últimos compromisos (Patriotas y Nacional), nos llevan a esperar con más optimismo el cierre del torneo. La próxima semana nos espera otra final, en el Pascual Guerrero, ante el América de Cali. Duelo de rojos, duelo de voluntades, duelo en el que se necesitan otros tres puntos para Independiente Medellín.
(María Victoria Zapata B.)
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