Capsulas de Carreño

«Wbeimar lo dice», joya periodística en circulación (I)

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Libro: «Wbeimar Muñoz Ceballos».
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Concebido por Wbeimar Muñoz Ceballos. Redacción de  Andrés Ríos López.
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Prólogo de Iván Mejía Álvarez. Editorial Planeta.
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Obra dedicada a los oyentes, «a quienes llevaré por siempre en el corazón, y a mis amigos, que han sido buques insignias para el velero de mi vida».
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Son 16 apasionantes capítulos, con estratégica distribución:  Calentamiento (Juventud y primeros programas radiales), Primer tiempo (Vida periodística), Segundo Tiempo ((campeonatos, equipos y técnicos), Tiempo Suplementario (Reflexiones sobre el presente y el futuro del periodismo).
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Verdadera joya periodística de circulación en Librería Nacional.
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P R Ó L O G O
(Apartes)

Era 1970 cuando llegué a la puerta de ingreso para periodistas del estadio Atanasio Girardot. El encargado de revisar las credenciales  -a quien todos los llamaban el Mono- me dijo: «Joven -tenía yo 20 años- que suba, por favor, a la cabina de Radio Visión, que don Wbeimar lo quiere conocer.

Allí se produjo el milagro que cambió la vida en ese instante, cuando estreché su mano y me presenté, dejé de ser estudiantes de Derecho que debía materias en los tres años que llevaba en la Universidad de Medellín y pasé a ser periodista.

¡Cuánta agua ha pasado bajo los puentes, cuántos cabellos se han caído (hoy soy un calvo más de este mundo), cuántos partidos de fútbol he comentado, cuántas horas he estado al frente de las pantallas y cuántas cuartillas he escrito, hasta este presente absolutamente retirado de la profesión!.

Hoy, sentarme frente a un computador es casi una invasión a mi actual estado de retiro absoluto y solo lo hago porque mi gran amigo y maestro Carlos Wbeimar Muñoz Ceballos  me pidió el favor de escribir el prólogo de este libro que usted tiene en sus manos.

Wbeimar es, sencillamente, el maestro de una generación , y así lo reconocemos con cariño, respeto y lealtad un muy amplio grupo de alumnos que abrevamos en sus fuentes y conocimos con él el abecé del periodismo.

Fueron días enteros de aprendizaje, porque, como bien lo relata en este libro, conocía y dominaba todos los registros del periodismo: el guion, la mecánica, la teoría y la práctica. Trabajé cincuenta años en el oficio más lindo del mundo -como solía decir Gabriel García Márquez-, pero nunca nadie me enseñó tanto, me pulió, extrajo mis mejores condiciones naturales y potenció el amor por este trabajo como lo hizo Carlos Wbeimar. Gratitud perenne hacia mi amigo, pues el paso de los años nos ha permitido disfrutar de las locuras juveniles, los arrebatos maduros y la tranquilidad de un largo café en estas horas del crepúsculo.

Un recorrido hasta esos días juveniles en los que estudió dirección técnica en Argentina y publicidad en México, y pasó de ser locutor de programas musicales a comentarista deportivo. No conocía, por ejemplo, la explicación del porqué perdió su voz y estuvo a punto de morir en un atraco ni la manera en que tuvo que trabajar para recuperar la dicción y un poco del tono. «Mi mamá me mima mucho», ese era uno de los ejercicios preferidos antes de cada transmisión y lo repetía hasta el cansancio mientras aflojaba la garganta; en términos futbolísticos, elongaba las cuerdas vocales.

Como periodista, Wbeimar es un maestro, y como persona , un crack: hombre sencillo de gustos refinados, de gran cultura, un estudiado que te suelta frases y conceptos de muchas corrientes filosóficas, que aplica con la justeza y el conocimiento de quien sabe, pero no quiere desconcertar ni posar de letrado.

Podría escribir muchas líneas , porque el personaje y el texto lo merecen, pero seremos cortos y dejaremos una frase final de Carlos Wbeimar, una que me llenó completamente porque tanto a él como a su alumno -este experiodista- nos ha marcado en la filosofía de lo que se hizo en la vida: «Retirarse del periodismo es un imposible porque la profesión sigue fluyendo por las venas. Lo que hice fue retirarme del periodismo de los medios de comunicación, es decir, de las transmisiones, de los programas y lo demás. Lo más duro del retiro es que a uno le sigue faltando la adrenalina periodística.

¿Lo conseguiste, Wbeimar!. Con un computador prestado y cantidad de errores en el borrador que entregué, pero no podía fallarle al amigo y maestro que me pidió un prólogo y que fue el único que me hizo salir del retiro para sentarme nuevamente a escribir.

Gracias por leer estas frases llenas de cariño y por favor entren a la historia del mejor periodista deportivo que conocí, mi maestro Carlos Wbeimar Muñoz Ceballos!.
(Iván Mejía Álvarez).

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One Comment

  1. Bernardo Estrada

    31 julio, 2024 at 3:54 pm

    El libro de Wbeimar Muñoz Ceballos
    Valioso aporte a la literatura del deporte a través de un gran profesional como Wbeimar Muñoz. Ni que decir de quien hace su prólogo.

    Historias cómo estás deben conocer las nuevas generaciones del àmbito periodístico

    Felicidades,
    Bernardo Estrada

    Hincha de Selección Colombia
    Medellin

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