Capsulas de Carreño

Colombia le cerró la boca a los apostadores del fracaso.

 

Colombia actuó como un juez justo: hizo lo que le correspondía en esta última fecha de la clasificatoria. Foto FCF.

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Por Ángel Julio Rodelo.
Comentarista RCN – Barranquilla.

La selección Colombia redondeó, al final de cuentas, y eso es lo principal, unos buenos números que le permitieron la clasificación al Mundial 2026. Cerró con triunfos 3-0 ante Bolivia, en Barranquilla, y 3-6 frente a Venezuela, en Maturín.

Después de un bache de seis juegos sin conocer el triunfo, Lorenzo y su grupo fueron capaces de superar el bajón y encontrar la senda ganadora frente a sus rivales de turno, que estaban pugnando por una plaza al repechaje.

Fueron seis puntos y nueve goles en estos dos últimos partidos que impulsaron a la Tricolor al tercer lugar de la clasificatoria sudamericana, con 28 puntos y un rendimiento del 52%. Seguramente, las voces pesimistas no reconocerán los méritos alcanzados y considerarán poca cosa haber superado a los seleccionados que peleaban por la repesca. Pero, de todas maneras, esa era una tarea que había que cumplir y el combinado patrio la talló de buena forma.

Fue evidente que, en los primeros minutos del compromiso, a algunos futbolistas de Colombia les costó salir de la presión inicial de Venezuela. El lateral Ángulo y los centrales Mina y Davinson no articularon de forma certera sus movimientos y, además, el golero Mier estaba cundido de nervios. Todos esos desajustes le permitieron al elenco local sacar ventaja de estas situaciones.

Ya, en el segundo tiempo las cosas cambiaron de forma radical; los nuestros jugaron con la necesidad del local y fueron eficaces y contundentes en sus lances ofensivos. El despliegue a base de velocidad produjo los espacios y el desequilibrio en los terrenos contrarios. La llave compuesta por ‘Los Lucho’ (Luis Díaz y Luis Suárez) fue demoledora. El delantero samario Suárez anotó un póker de goles para sellar una noche monumental ante un poco más de 51 mil espectadores que derramaban lágrimas de dolor al ver a su seleccionado, otra vez, lejos de una cita orbital.

Colombia actuó como un juez justo: hizo lo que le correspondía en esta última fecha de la clasificatoria; con honestidad labró y determinó con pundonor e inteligencia el derrotero del compromiso; por demás, le abrió las puertas a un goleador (Luis Suárez) de cara al campeonato mundial. Mientras tanto, como expresó Lorenzo: Los “apostadores del fracaso” tratarán de minimizar, con la ya reconocida verborrea rancia, después de la ausencia de Catar 2022, el retorno a la máxima cita del balompié mundial.

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