Capsulas de Carreño

DIM, con todos sus saldos en rojo.

Yairo Moreno en el cobro  del segundo penal contra Patriotas que si pudo convertir. De todas formas el 2-2 del DIM no devuelve la tranquilidad, ni  la alegría. Foto @DIM_Oficial.

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Por María Victoria Zapata B.
Columnista Cápsulas.
María Victoria Zapata, Dama Roja del comentario o simplemente Pola.

 

Séptima fecha, DIM 2- Fortaleza 2, en el estadio Atanasio Girardot. Un primer tiempo  deprimente, un período complementario con un poco más de corazón y ganas y un partido más del DIM, que aumentó los saldos en rojo para el Equipo del Pueblo. Ni gestión, ni dirección, ni evolución, ni fútbol, ni compromiso.

Cuando al minuto  12 Roger Murillo anotó el primer  gol visitante, luego,  en el 34, en  cobro pena máxima  puso la cuenta 2-0 para Fortaleza,  y, posteriormente, en el 44, Yairo Moreno malogró el descuento rojo desde el punto penal,  se veía venir la catástrofe de otra goleada  en el campeonato, esta vez  en el Atanasio Girardot, lo que agudizaba las penosas circunstancias actuales del Deportivo Independiente Medellín.

 

Dos goles evitaron  otra vergüenza.

En los primeros 45 minutos,  el  DIM fue la misma versión del cuadro apático y sin fútbol, asociación ni ataque, que  fue vapuleado por Millonarios en la primera jornada  del campeonato.  El mismo DIM  sin  ideas ni brújula  que hemos visto  durante las demás fechas jugadas hasta ahora en el  torneo, tanto en condición de local como de visitante.

Con  el período complementario llegaron  otro fuerte llamado de atención  a la endeble zaga roja con la anulación de un gol visitante y algunos esperados ingresos en el DIM:  El de Jaime Peralta en sustitución de  Baldomero Perlaza al minuto 46,  y  los  de John Vásquez  por Miguel  Ángel Monsalve, Pablo Lima por  Diego Moreno y  Leyser Chaverra por Daniel Londoño, todos ellos al 52.

Con estos jugadores en el gramado, el DIM mostró mayor profundidad y dejó de lado su displicencia.. Le alcanzó para igualar la pizarra con otra anotación de pena máxima, también ejecutada por Yairo Moreno al minuto 64 y un gol del juvenil  Jaime Peralta, cuatro minutos después.  Aunque  le quitó protagonismo al cuadro visitante,  careció de definición  en la búsqueda de la victoria,

 

Empate  muy amargo.

El resultado del partido ante Fortaleza  fue  un 2-2  que no devuelve la tranquilidad, ni  la alegría. Un 2-2 que no le sumó un punto al DIM sino que le restó otros dos  en el presente campeonato,  un 2-2 que  no viene acompañado de evolución ni mejoría  en el fútbol del DIM

Si bien es cierto anoche pudo anotar dos goles al onceno bogotano y empatar un partido que amenazaba otra vergonzosa goleada, la zaga  evidenció   una vez más su vulnerabilidad, el medio campo su inoperancia y el ataque su ineficacia. Es decir, la  problemática  detectada y observada  en los juegos ante Millonarios, Pereira, Junior, Cali, Santa Fe y Boyacá-Chicó.  Todos los rivales que ha enfrentado el DIM   en  las siete fechas transcurridas lo han superado de una u otra forma.

 

Números rojos…en rojo.

Lo que si continúa aumentando, de manera alarmante, son los saldos negativos de Independiente Medellín. Los números, el fútbol, la apatía grupal,  la  pobreza de cada una de sus siete presentaciones, todo en el DIM da cuenta de un  equipo nublado e incapaz.

Transcurrida una tercera parte del campeonato nos encontramos con 14 goles recibidos -dos por partido-  frente a  escasos cinco goles anotados, o sea 0.7 por juego y un inquietante  -9.  La insolvencia de la defensa roja (laterales y centrales por igual) es inocultable y el déficit  en ataque es enorme.

En el medio campo no se  observa marca, creación, ideas, ni conexión  para  un equipo que carece de un caudillo y motivador, deambula en la cancha y que, además,  depende de alguna jugada aislada o momento de inspiración individual.

No hay un solo jugador que marque diferencia en el DIM 2024-1. Los poquísimos  referentes que quedaron  se contagiaron de la indolencia  colectiva  y  perdieron  su norte,  los suplentes nunca dejaron de serlo y, con una que otra salvedad,  los refuerzos, no marcan diferencia ni justifican su vinculación.

El cuerpo técnico  del DIM también perdió su rumbo. Pésimas alineaciones, desastrosas y en muchos casos extemporáneas sustituciones, una responsabilidad que aun no logramos determinar con exactitud frente a las erróneas decisiones en materia de salida y llegada de jugadores en pretemporada, y un equipo huérfano de fútbol, táctica , combatividad y liderazgos. El de hoy, es un DIM  limitado tanto en su fútbol como en el aspecto mental.   Un DIM que  no solo no juega a nada sino que no da señales de  evolución  ni mejoría.

En cuanto a la dirigencia, reincidió en su vieja y muy  fea costumbre de desmantelar por  completo  el DIM. Justamente la  misma razón por la que  desde hace siete años perdió su  credibilidad en buena parte de la hinchada.  Redujo  nuevamente su nómina  a escombros  y le  arrebató al  equipo  todos los fundamentos y posibilidades  de  adelantar un proyecto serio y  eficaz en el  año 2024.

¿Qué podemos esperar, entonces,  de un Independiente Medellín que hoy ocupa la décimo quinta casilla, que tiene sus números en rojo y que no muestra evolución  en su fútbol ni en su dirigencia???

La verdad, duele muchísimo ver a nuestro amado DIM reducido otra vez  a nada.  Y más duele reconocer que  el presente del Equipo del Pueblo  es la repetición de la película  que tantas veces  hemos visto en los últimos años.  Los muy ocasionales  y esperanzadores torneos  han sido  la excepción a la regla. Nada más.
[María Victoria Zapata B.]

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