Capsulas de Carreño

Promoción: pague uno y lleve cinco

Por Jorge Iván Londoño Maya.
Columnista Cápsulas.

 

 

*Tampoco es el momento es para “echar las campanas al vuelo”.
=======

 

Esos partidos programados en horario de merienda de celador, amén de trasnocharnos a quienes vestimos el día y empiyamamos la noche, no permiten una buena digestión futbolística, porque hablar de fútbol pasadas las 10 de la noche, es como desayunar a las 11 de la mañana.

 

La pésima presentación de Nacional en el clásico, y la llegada de La Equidad, el equipo de “Alesis”, como se estila en las esquinas, despertó en muchos incertidumbre y prevención, incluido este amansa teclados, porque el “maestrico” y sus muchachos, se la tienen velada a Nacional.

 

Durante le entonación de los himnos, los niños que acompañan a los 22 jugadores, aprovechan la cámara para hacerse sentir, cada uno a su manera. Tres chicas paisas de nuestra selección femenina de fútbol, hicieron el saque de honor, momento propicio para que hubieran ordeñado a Mier, pero el tirito resultó muy ajustado al momento, como siempre sucede.

 

La nómina de Nacional, ampliamente criticada por el mal desempeño en el clásico, presenta tres novedades. La entrada de Juan José Arias, integrante del kínder, por lesión de Zapata, el ingreso de Eric Ramirez por Jefferson, algo que no es habitual, y a Dorlan desde el inicio; pero bueno, en algo hay que justificar el millonario sueldo.

 

Y nos fuimos. De entrada los aseguradores, con uniforme de luto, tal vez presagiando la mala hora que iban a soportar, tomaron la rienda del partido, y a los 8 minutos suena el timbre en la portería de Mier, por balón que pega en el vertical.

 

Nacional se sacude como se sacudió el vertical, y de los pases de Dorlan, vestido de “diez”, y de sus instrucciones como técnico ambulante, comienza a apoderarse del juego; eso sí, aparecen las malas entregas, una constante que Nacional tendrá que superar, poniendo a todos los jugadores, incluido Mier, a escribir planas después de los entrenamientos, que digan: tengo que pasar bien el balón, tengo que pasar bien el balón.

 

Describir cada uno de los cinco goles que hizo Nacional requiere de tanta laboriosidad  como hacer natilla en paila y leña,  así que hagámosla de cajita, destacando lo mejor de cada uno.

 

Minuto 10. Perea, mucho Perea, entra raudo al área, frenazo para sacarse el marcador y tiro sesgado para el primero.

Minuto 18. Dorlan, como en sus inicios en el Envigado, de “glorieta” se saca dos rivales y manda riflazo para el segundo. Se arma piñata en el banco.

Minuto 54. Perea, mucho Perea, entra al área como locomotora, pase medido hacía atrás para que entre Ramirez y marque el tercero.

Minuto 61. Pase de Román a Deossa, quien desde 28 metros lanza un zurdazo como pedrada de palestino, a 88 kilómetros hora, el balón toma vuelo, piquito al vertical y es el cuarto. Gol de la noche.

Minuto 84. Jugada colectiva que se genera del saque de Mier, Deossa, en su habitual arranque, entra al área y centra para que Jader marque el quinto, y le ponga el candado a la alacena.

 

A estas alturas del partido, el técnico Amaral, quien cada gol lo celebró como si fuera la primera comunión, había entrado toda la culecada verde. Mientras tanto, Alexis, que para el segundo tiempo entró su artillería pesada, descargaba toda su impotencia en el pobre chicle, que al final fue el que pagó los platos rotos.

 

Nacional, con una actitud diferente a la del clásico, con ganas, con arrepentimiento y contrito de corazón, y practicando un fútbol caserito y tejido a mano, superó a un rival que siempre le ha puesto los puntos sobre las íes. Lo que siempre esperamos, es que esta actuación sea constante y ante rivales que encabezan en la lista. Fue un partido de promoción, en donde 13.000 asistentes pagaron al menos por uno y se llevaron cinco.

 

Ahora bien, este billete de cien mil que nos encontramos tirado en el suelo, no cubre todas las carencias que tenemos en este momento en nómina, en la parte técnica y en la directiva. Así que tampoco es el momento es para “echar las campanas al vuelo”.

 

“Los triunfos nacen cuando nos atrevemos a comenzar”. Eugene Ware.

Compartir:

Dejar una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *