¿Aficionados mártires… Aficionados cómplices?

Foto tomada de Kienyke.
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Por Gilberto Maldonado Bonilla.
Columnista Cápsulas.

Más cómplices que mártires. Mártires porque fueron convertidos en esclavos afectivos. Y como las cadenas que más aprietan son las que no se ven, los convirtieron en propietarios afectivos de los equipos de fútbol.

Y lo tomaron muy en serio. Se tragaron el hilo y la carreta. Se han creído con el poder para exigir renuncias a funcionarios de entidades que son privadas en derecho.

Un camino muy socorrido es la amenaza. Han llegado a la cima de la inteligencia artificial a presionar la venta de equipos de fútbol. ¿Una sublimada extinción de dominio?.

La pasión de Cristo se quedó en pañales. La tragedia del mesías fue relegada a un segundo plano. Ahora hay que hablar de la pasión de los esclavos afectivos, los hinchas de fútbol.

Hinchas de fútbol alienados por un fútbol que ha perdido su esencia, la lúdica, para dar paso al fútbol resultadista, embrutecedor, también por esencia.

El fútbol ha superado lo puramente industrial. Se ha convertido en otro instrumento de poder; miremos solamente el contenido de la expresión «manejar sentimientos y emociones». El fútbol es la expresión del maniqueísmo de directivos.

El resultadismo en el fútbol controla, administra emociones y sentimientos de una sociedad que necesita emociones sustitutivas ante la imposibilidad, en muchos casos, de la solución de necesidades básicas.

Los árboles no les ha permitido ver el bosque. Y están condenados a estrellarse contra las políticas centradas exclusivamente en lo económico implementadas por los directivos del fútbol.

Y estarán condenados, ¿por cuanto tiempo?, a no poder ver que el problema no son los directivos y dueños de los equipos de fútbol. El aficionado ya no es considerado ni siquiera un cliente. Es un esclavo afectivo que ha perdido derechos que pretende rescatar mediante la amenaza a directivos y jugadores.

La solución es sencilla y estaría en manos de los esclavos afectivos: los hinchas, los aficionados.

Superar el instinto del rebaño y dejar de ser consumidores a-críticos de un producto alienador como lo es el fútbol resultadista.

De rebaño se debe pasar a clientes con derecho a un producto aceptable en lo lúdico.

Gilberto Maldonado Bonilla.
Hincha de Atlético Nacional.
Medellín.

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2 comentarios

1. Jorge Iván Londoño Maya

   9 marzo, 2024 at 12:49 pm

   Por comentario de Gilberto Maldonado Bonilla
   Gilberto Cordial saludo.
   Tu comentario es otro casquito de esa mandarina que es Nacional, y que entre todos hemos venido pelando; por demás, muy atinado y al grano.

   Como muchos, hago parte de los hinchas que en un comienzo transpirábamos sudor verde; los que no faltábamos a los partidos, incluso viajando a otras ciudades; los que fuimos brincando de tribuna en tribuna de acuerdo con el aumento del sueldo, comenzando obviamente por sol o popular, cuando no existía la tribuna oriental. En mi caso me tuve que privar de volver a asistir al estadio por varios motivos; así que en el silencio de mi sillón seguí acompañando al verde, primero por radio y luego por televisión.

   Somos una clase diferente de hinchas porque no nos consideramos parte integral de su propiedad. Acatamos con complacencia a los jugadores buenos que llegan, y rechazamos los malos; gozamos con los malos que se van y sollozamos con los buenos que también lo hacen. En este momento solo esperamos que amaine la tormenta, que el nuevo técnico sea el antibiótico que baje la infección que tiene el equipo, y que por Dios, el señor Antonio José Ardila, por fin meta su mano poderosa en la dirección administrativa.
   Jorge Iván Londoño Maya

   Hincha de Nacional
   El Retiro

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2. Libardo Ortiz barrera

   9 marzo, 2024 at 6:33 am

   Por comentario de Gilberto Maldonado Bonilla
   Solamente…es la triste y humillante REALIDAD.
   Libardo Ortiz Barrera

   Hincha de Naciónal
   Medellin

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