América y la A, llevados del diablo. Por Luis David Obando.

Por Alfredo Carreño
Actualizado: 25 agosto, 2017

Por Luis David Obando

* Ahora que no venga la Dimayor a decir que lo que se requiere es más plata por la televisión.
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Una vez más, el nombre del club América de Cali se escribe con A de averno. Se llevó el diablo de su insignia a la popular ‘mechita’, que si es por su presente tiene asegurado un futuro cercano en la B. Para colmo, a estas alturas tanto afición como dirigencia buscan la calentura infernal en las sábanas, porque con seguridad el problema no pasa por el DT Hernán Torres.

Lo había comentado algunas jornadas atrás, y este jueves lo dijo al aire Juan Felipe Cadavid en la transmisión del paupérrimo clásico vallecaucano: ni el peor técnico para y pone a jugar tan mal a los peores jugadores del mundo. Se refería tanto al América como al Deportivo Cali, que vive un drama similar. Y es que el asunto no es de lo uno ni lo otro, sino de la clásica manguala sacatécnicos.

Ya lo verán cuando salgan, como hace rato se sabe que saldrán, Héctor Cárdenas y Torres: como por ensalmo, Azucareros y Diablos Rojos se batirán como leones en el partido de estreno de sus nuevos estrategas. Seguro ganarán, gustarán y quién sabe, hasta golearán. Y entonces dirán que el problema estaba en el banco, cuando a ojos vistas el problema es de guayos. O ni eso: de cerebros, de mentalidades, de ética.

Es que escribía Òscar Rentería en El País que el clásico caleño en Copa Águila sería un duelo de mediocres. Visto lo hasta ahora visto, preferiría hablar de partido de desvergonzados: se quedan cortas las palabras para reseñar un juego en el que ambos parecieran apostar a perder a lo largo de eternos 90 minutos (y para mayor tortura, con 5 de adición al final).

Nos equivocamos quienes esperábamos que hubiera pundonor y amor propio. Lo que al parecer tuvimos al frente fue un escándalo de corrupción, porque no de otra manera se puede llamar tanta indolencia mejor pagada. Si exageráramos un poco, podríamos hablar de estafa a los seguidores que han acompañado a estos clubes en los últimos encuentros como locales, porque esa platica se les perdió.

Pero qué le hacemos: Cali seguro retomará su senda y, como es nuestra Liga, de pronto hasta clasifique entre los ocho. América la tiene más cuesta arriba, porque la espada de la B cuelga sobre la cabeza del equipo entero, y la verdad es que es el que peor juega del grupito que se resiste al descenso, sencillamente porque no juega a nada, y cuando juega, regala la bolita o la tira lejos.

Un verdadero dolor para una fiel hinchada, que es la que sufre. Los demás, de pronto no tanto: bien sabido es que el mejor negocio en el fútbol colombiano es tener un club tipo A de la Dimayor recibiendo ingresos como tal, pero realizando egresos equivalentes al costo de jugar en la B. Mientras ese esperpento de modelo permanezca, la migración al Torneo puede extenderse más allá del Cúcuta, Pereira, Magdalena, Quindío, Real Cartagena…

Ahora entonces que no venga la Dimayor a decir que lo que se requiere es más plata, y entonces hay que poner las transmisiones de la Liga en tv paga. Eso ya no es visión de negocios sino física y pura codicia. Y ese pecado capital, dicen las abuelas, hacen que al que lo comete se lo lleve el diablo. Será por eso que estamos como estamos…

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EXTRATIEMPO. Segundo llamado a los encargados de la página web de la Dimayor: su reciente actualización de los cuadros informativos de Liga, Copa y Torneo no tiene en cuenta el campeonato que se juega en la fecha respectiva (se estacionó en la Liga), y omite la información sobre el canal de tv que transmitirá cada juego (¿tendrá que ver con la pretendida alza en los derechos?). Se supone que las actualizaciones son para mejorar…

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