Capsulas de Carreño

El «pleito» rojiverde lo definió un exnaranja

Por Jorge Iván Londoño Maya.
Columnista Cápsulas.

 

 

 

*El Medellín dobló a Nacional en ataque, con una nómina más compacta y un técnico más generoso en estrategia.

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Coja 30 mil hinchas rojos y ninguno verde, al menos en la  vestimenta; agréguele humo, banderas, cánticos y aliento de dragón rojo, y todo eso suena a encerrona. Por eso Nacional saltó al campo de juego con miembros de la  Armada Nacional, para mitigar en algo la situación. A los hinchas verdes que habitualmente son clientes del Atanasio, los obligaron, no sabemos quién y porqué, a quedarse en casita, empiyamados y de dientes lavados; los demás estábamos en nuestro ambiente natural.

 

El juez Matorel da inicio al clásico montañero y al minuto llega el primer susto para la portería escriturada a Mier. Medellín de entrada se vuelca sobre predios verdes, y son Cetré y Quiñonez a los que hay que marcar con buena dosis de Dolex porque son un dolor de cabeza por su respectiva punta. Un minuto después llega el segundo susto, pero el juez de línea alerta el fuera de lugar.

 

Un primer tiempo en el que el rojo doblega al verde en creación, en llegadas, en tribuna y en posesión, pero como lo que se juega es fútbol, es Nacional el que fabrica la mejor opción de gol, Deossa, cuando no, en uno de sus habituales forcejeos, que casi siempre gana, se apodera del balón y arranca raudo, pase a Jefferson, le sale Chunga y la fiera desperdicia semejante oportunidad, y eso no tiene reversa ni perdón. A punto de terminar el primer tiempo, no podía faltar la jugada de cardiología de Mier, quien se saca dos jugadores rojos para luego despejar.

 

La complementaria muestra el mismo panorama, pero con un Nacional un poquito más dispuesto a quitarse ese sambenito de encima. El técnico Arias, mas acucioso que su vecino Amaral, hace tres cambios casi simultáneos en los primeros minutos, Amaral responde con el retraso acostumbrado, sale Jefferson y entra el venezolano Ramírez, para provocar un amague de pelea a lo Diosdado, lo único que hizo. También sale Palacios, de buenas proyecciones pero malas definiciones, para que entre Perea. Más adelante entrarían Dorlan, Torres y Ocampo.

 

Román se encarga de hacernos  parar a los hinchas verdes caseros y a los camuflados en el estadio, con un misil que Chunga desvía. Luego es Dorlan el que desempolva los guantes del portero escarlata. Y llega el minuto 88 para que el exnaranja Diego Moreno, con tiempo,  espacio, acomodación  y hasta con tintico de bienvenida, anote de cabeza ante pase también con la testa de Varela.

 

Clásico para el Medellín que entró a eso, a ganarle a un Nacional que desde el himno mostró las intenciones de defenderse. Además, hay que reconocerlo, el rojo en este momento tiene más idea y estructura de juego que el verde, dobla a Nacional en ataque, con una nómina más compacta y un técnico más generoso en estrategia.

 

Al final algunos roces que paso a paso fueron calmados por Dorlan y algunos integrantes del cuerpo técnico verde,  originados no sabemos si por la tristeza verde o la alegría roja, situaciones normales que dejan los clásicos cuando hay un ganador.

 

“El rival más difícil está en tu cabeza”. Anónimo.

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