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¡Fútbol crisis!
- Actualizado: 11 marzo, 2023
Por José Acosta Bedoya.
“Si buscas resultados distintos; no hagas siempre lo mismo”. Einstein.
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Las crisis, por definición, son “situaciones graves y decisivas que ponen en peligro el desarrollo de un asunto o un proceso”.
También se definen como “coyuntura de cambios en cualquier aspecto de una realidad organizada pero inestable, sujeta a evolución.
Los estados, no siendo ajenos a este tipo de circunstancias, en algunos casos se convierten en defensores de la institucionalidad y diseñan políticas públicas encaminadas a conjurar dicha situación. O como puede ocurrir, el mismo estado es quien genera la crisis para intervenir políticamente dicha institucionalidad.
El deporte no escapa a estos acontecimientos y si bien es cierto, el fútbol siempre ha estado en crisis, la política pública no ha conseguido generar el impacto que se requiere para un desarrollo eficiente de las instituciones que conforman el sistema nacional del deporte.
Los ejemplos los encontramos cada cierto periodo cuando son nombrados los ministros del deporte más por ideología partidista que por méritos, experiencia o conocimiento, y que alcanza a incidir también, en ocasiones, en los nombramientos de los dirigentes del deporte en las entidades privadas, como en nuestro caso, el fútbol.
A la postre, esos modelos de gestión dentro de las instituciones públicas y privadas son el reflejo fiel del mismo sistema que en vez de transitar hacia modelos delegatarios y de eficiencia, continúa dando prioridad al mantenimiento de personajes enquistados y empoderados como dictadorzuelos que se quieren perpetuar en esos cargos a la sombra de la política.
Al fútbol actual no es necesario generarle crisis, pues ese es el estado normal desde hace mucho tiempo. Se requiere más bien aprovechar la crisis para transformar las entidades que lo manejan y establecer criterios, planes y programas estratégicos que permitan potenciar este sector y definir igualmente un perfil profesional y de experiencia alejado de compromisos políticos.
Todos, quienes desde nuestra profesión participamos y hacemos parte del sector, debemos propender porque el producto deporte sea de calidad y de gestión eficiente para alcanzar niveles reales de competitividad.
“Inteligente es aquel que sabe dónde quiere ir y más inteligente aún el que sabe dónde ya no tiene que volver”.
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