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No es quemando banderas, es NO asistiendo al estadio
- Actualizado: 13 febrero, 2024
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Por Luis Felipe Gómez I.
Columnista Cápsulas.
A pesar de ser sentimientos contrarios el odio y el amor se entienden maravillosamente, se tocan en sus contrariedades y se rozan, se abrazan. Si no , miren lo que sucedió el domingo anterior en el partido contra Millonarios, hinchas beligerantes y salidos de toda racionalidad salieron a quemar insignias y camisetas en una pira que destruyó parte de la silletería sur del estadio Atanasio Girardot.
Patético, seguidores quienes curiosamente aman una institución y se vieron generando una ridícula protesta que se sale de una usual pataleta y que por supuesto ante el desesperado contenido le da la razón a una administración que va en contravía de su pasión.
La verdadera protesta señores no está en la pulsión y en la destrucción como medida para llamar la atención o para que las cosas cambien de rumbo si no en generar una toma de consciencia de lo que ocurre, es racionalizar un desacuerdo y llevarlo visiblemente al escenario mayor que es el estadio, sitio de comunión entre la hinchada y un equipo, la verdadera racionalización de la protesta que debe hacer el hincha es no asistir al estadio, no abonarse, es dejar al equipo sin ese apoyo que es primordial para cualquier elenco de fútbol.
No se puede negar que el equipo con mayor afición en este país es Atlético Nacional y que su vocería está materializada en la barra “Los del Sur”, sin embargo dicha vocería desafortunadamente no ha podido controlar conscientemente la critica y la racionalización de la protesta y entonces en mi concepto los desafortunados desmanes han pasado las líneas éticas de cualquier protesta social.
Lo del domingo es más que desafortunado, es impotencia manifestada inadecuadamente. Sin embargo en una sociedad primaria, básica y definitivamente inculta, eso es lo que se ve y se manifiesta. Ante los oídos sordos de los directivos, ante la falta de misión y de visión de una institución que en este momento es manejada con fines eminentemente lucrativos y sin un proyecto que arrope el sentimiento de la hinchada, elemento fundamental en el espectáculo del fútbol, se debe ejercer la protesta racional, consciente y pacifica pero efectiva, y esta simplemente esta basada en desolar tribunas y someter al silencio activo a directivas y jugadores, se debe protesta con la razón y no con actos demenciales, se protesta con la tristeza y no con la beligerancia.
Nacional y quienes lo manejan desde la mezquindad de la apuesta eminentemente económica hace rato merece la soledad y el escarnio económico. Soledad y silencio, esa debe ser la apuesta señores barristas e hinchada.
[Luis Felipe Gómez I.]