Capsulas de Carreño

De la euforia a la desesperación

Por Mauricio Correa.
Columnista Cápsulas.

 

 

*El próximo encuentro será frente a Nacional que puede marcar un hito en la historia de los clásicos.
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Ser hincha del Deportivo Independiente Medellín es una experiencia llena de altibajos emocionales. En cada partido, el poderoso seguidor se sumerge en un torbellino de sentimientos que van desde la euforia hasta la desesperación. Porque cuando llevas en tu corazón los colores rojo y azul, el sufrimiento se convierte en un compañero inseparable.

El enfrentamiento  entre el “Rey de corazones” y el Club Millonarios de Gamero fue, sin duda, un reflejo vivido de la montaña rusa emocional que se experimenta como hincha del ‘Medallo’.  El primer tiempo fue una exhibición arrolladora por parte del  ‘Decano’ que sorprendió gratamente a la poderosa hinchada. Dos goles llenaron de esperanza y tranquilidad, lo que permitió un breve momento de satisfacción antes de irse a las duchas con la tarea cumplida y la ilusión de ampliar el marcador.

El padecimiento comenzó desde el pitazo inicial del segundo tiempo. Gamero consciente de que su rival lo superaba en intensidad y juego, además del  número de amarillas acumuladas, decidió ingresar de una vez a cuatro jugadores para equilibrar el partido.  Juan Carlos Pereira, Daniel Giraldo, Beckam Castro y Jorge Enrique Arias,  fueron los hombres que le dieron otra cara al ‘Embajador’ y se convirtieron en los  artífices que cambiaron la dinámica del partido a favor del equipo capitalino, dominando la posesión del balón y controlando el juego. El sufrimiento se apoderó de la poderosa hinchada, con los corazones encogiéndose en cada jugada amenazante, clamaron por una reacción milagrosa y vieron como el reloj marchaba a paso lento.

En medio de ese sufrimiento generalizado, una figura parecía encarnar nuestras esperanzas: El ‘Crema’ Pons, en una jugada clara de gol, con su desperdicio, genera una agonía y un sabor amargo que aun se mantiene en la retina del hincha que estuvo presente en el Metropolitano sur de Ditaires.  La frustración se adueñó de nuestro ser, mientras el padecimiento aumentaba en cada minuto que transcurría el partido.

La euforia ha vuelto a envolver al hincha poderoso y ya con el corazón calmado, recuerda de nuevo el espectacular cobro del segundo penal por parte de Cetré. El ‘Equipo del Pueblo’ está de primero en su grupo y la poderosa hinchada cree en el `Pelón’ y en sus jugadores por lo cual sueña con un nuevo título como estoy seguro se va a lograr.

El próximo encuentro será frente al verde Nacional, partido que marcará un hito en la historia de los clásicos toda vez que si gana de nuevo el ‘rojo de la montaña’,  sumaría una racha consecutiva de partidos ganados, algo que no es fácil de lograr ante un rival de peso como lo es el equipo del ‘Rolo’ Bodmer.

La pasión no entiende de rachas negativas o momentos de duda. Es un fuego ardiendo en nuestros corazones que nos impulsa a seguir adelante, a sufrir cada derrota y celebrar cada victoria como si fuese la última. Porque ser hincha del Deportivo Independiente Medellín no se trata solo de disfrutar los momentos de gloria, sino también de abrazar los momentos difíciles y seguir apoyando incondicionalmente.

Ahora más que nunca mantengo la fe en el ‘Decano’ y por ello mi invitación es para alentar así tengamos claro que nuestro equipo fácilmente nos puede llevar,  de la euforia a la desesperación.

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