Capsulas de Carreño

Hecatombe Futbolera. Viernes del recuerdo.

Titulares de la prensa limeña de la época. Archivo Tobías Carvajal.

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Por Tobías Carvajal Crespo.
Columnista Cápsulas – Cali.

 

  • La vivió Perú hace 60 años.
  • Más de 320 muertos por un gol.
  • Néstor Manfredi jugó en Colombia.

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Definitivamente el paso de los años echa tierra sobre a los acontecimientos, buenos o malos, vividos por la humanidad. Y hoy es más lógico que nunca, por el alud de información que debe soportarse a diario.

Hace 60 años -mayo 24 de 1964- el pueblo peruano en particular y el mundo del fútbol en general no salían de su asombro, luego de los hechos ocurridos aquel domingo trágico en el antiguo Estadio Nacional a raíz de un partido de torneo-Preolímpico (Tokio 1964) entre Perú y Argentina.

Ambos equipos anhelaban estar en la cita nipona. Perú, como local por razones obvias y Argentina por contar con un gran equipo.

Para angustia de los limeños que colmaron su mejor estadio en ese tiempo, comenzó ganando Argentina con gol de Néstor Manfredi (jugó luego en Cúcuta Deportivo y Atlético Junior) a los 18 minutos del tiempo final.

Perú reaccionó en procura del empate con renovado esfuerzo. Restando unos 15 minutos para el pitazo final del árbitro uruguayo Ángel Eduardo Pazos, el delantero inca Víctor ‘Kiko’ Lobatón logró quizás el gol más trágico en la historia del fútbol.

Esa anotación, que ha dado lugar a toda clase de tratados reglamentarios, fue anulada por el juez uruguayo dando paso, minutos más tarde, a dantescas escenas en el estadio limeño.

De repente de la tribuna sur saltó al campo de juego un formido hombre de nombre Víctor Malasio Vásquez, conocido en los bajos fondos como el ‘Negro Bomba’. Trató de agredir con una botella despicada al árbitro.

La policía reaccionó de inmediato, pero otro activista, Edilberto Cuenca Arroyo lo secundó. Ambos fueron inmovilizados, pero buena parte del público saltó al gramado y se formó una refriega de proporciones gigantescas.

Para controlar la situación la policía recurrió a gases lacrimógenos y perros amaestrados. El pánico se apoderó de todos los asistentes que buscaron angustiosamente las puertas de salida que encontraron cerradas, pues restaban algunos minutos de juego.

El gobierno peruano decretó siete días de duelo nacional y el estadio clausura por algunos meses para efectos de reparaciones locativas.

Aquel estadio, inaugurado el 27 de octubre de 1952 -hoy irreconocible por los grandes cambios- terminó siendo la inesperada tumba de más de 320 personas. “Nunca murieron tantos por tan poco” diría el periodista peruano Roberto Salinas (1937-2016).

Víctor ‘Kike’ Lobatón autor del ‘gol trágico’, refugiado en el licor, murió el 14 de agosto de 1990, poco antes de cumplir cincuenta años.

Víctor Malasio ‘Negro Bomba’ Vásquez, sin pagar una condigna pena por su accionar violento de aquel domingo, también se entregó del todo a la bebida, hasta morir en total soledad, víctima de sus excesos.

Desde entonces, 60 años, se está hablando de CONTOLAR LA VIOLENCIA en los escenarios deportivos, pero parece ser que por un oído entra…y por el otro sale. Una dura realidad.

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