Luz Élida Molina, cuota cuyabra del periodismo deportivo

Por Alfredo Carreño
Actualizado: 14 mayo, 2021

Luz Élida Molina Marín en La Bombonera, Argentina.

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-Primero deportista, después periodista.
-Se dio por casualidad, no lo estaba esperando, la buscaron.
-Todo empezó después del terremoto de Armenia.
-Su hábitat desde muy pequeña ha sido el escenario deportivo.
-Su primer vínculo con un medio fue La Tarde de su natal Armenia.
-Después estuvo en La Crónica del Quindío, El País de Cali.
-Hace seis años vinculada al diario de los antioqueños, El Colombiano.
-Actualmente periodista del área de actualidad.
-Cápsulas les presenta a Luz Élida Molina Marín.
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(Entrevista)

Luz Élida Molina en el Centenario, Montevideo.

-¿Por qué periodista deportiva?
«Fui deportista once años y siempre me gustaron los deportes. Cuando estaba en la universidad iba a los partidos del Deportes Quindío y cuando empecé a trabajar me ofrecía para cubrir los juegos de Cafeteros en baloncesto.
Siempre me ha llamado la atención contar historias y más de esos atletas que hacen tantos sacrificios para poder salir adelante. Desde pequeña siempre he estado en canchas, estadios, coliseos han sido mi hábitat natural».

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-¿Cómo fueron los comienzos en el periodismo?
«Llegué al periodismo sin buscarlo, me llamaron para presentar unas pruebas para que una periodista que ya estaba haciendo prácticas fuera nombrada, pero ella solo duró un día, no le gustó el ritmo, prefería escribir con pausa, con tiempo para investigar y el día a día requiere mucha agilidad, así que renunció y me llamaron. Eso fue cuando apenas acababa de pasar el terremoto en Armenia entonces acepté».

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-¿Quiénes han sido sus referentes?
«Mi primera maestra fue Adriana Marín, ella me formó en La Crónica del Quindío. Estando allá conocí a Jaime Herrera, quien me ayudó para ser corresponsal de El Colombiano. De esta manera, estuve cerca de Esperanza Palacios a quien siempre he admirado por la carrera profesional que ha tenido. Otra periodista que admiraba en esa época era a Judith Sarmiento, ella también es de Armenia y su trabajo en la radio me parecía extraordinario».

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Luz Élida Molina, del diario El Colombiano, con los chicos del Babyfútbol en la sede del DIM.

-¿Cómo fue lo de su llegada al diario El Colombiano?
«En dos ocasiones presenté pruebas para llegar a El Colombiano, en ambas la idea era reemplazar a Pablo Arbeláez, inicialmente las cosas no se dieron porque Pablo aplazó unos años su jubilación.

Entonces me llamaron de El País de Cali, estando allá (luego de 10 años) se presentó de nuevo la opción de hacer el proceso en El Colombiano y en esa ocasión quedé seleccionada y por eso desde el 2015 estoy en la redacción deportiva».

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-¿Por su condición de mujer, ha tenido obstáculos para desarrollar su carrera?
«Sí, en varias ocasiones me he encontrado con entrenadores a los que no les gustan las mujeres en los camerinos o los estadios. Claro que eso fue en el inicio de mi carrera; también cuando estaba empezando algunos locutores y comentaristas radiales de mi ciudad dedicaron espacio en sus programas para hablar de esa camada nueva de periodistas que estaban llegando a los medios en Armenia, fue difícil, pero me sirvió para aprender bastante y para prepararme más con el fin de poder hablar de los deportes y no quedarme solo con el fútbol».

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-¿Quién ha sido el técnico o jugador más complicado de entrevistar..?
«Hay varios, y no solo técnicos de fútbol y jugadores, también me tocaron algunos deportistas de otras disciplinas como Juan Pablo Montoya, quien era bastante complejo de abordar.

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–¿En dónde se ve en cinco años?
«Me gustaría trabajar en el deporte pero desde otro campo, haciendo más labor social con la gente».

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-¿A cuáles periodistas colombianas admira y por qué?
«Respeto mucho a las mujeres que hacen periodismo deportivo en el país, se han preparado y lo hacen muy bien. Yo soy más periodismo escrito, como mencioné antes siempre he admirado a Esperanza Palacios, a Judith Sarmiento por las carreras que construyeron.

En la actualidad leo a periodistas de otras áreas como Paola Guevara, quien además es escritora, una periodista que conozco y admiro bastante es Mabel Lara, me parece una profesional muy preparada y me gusta su estilo».

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-¿En cuáles empresas ha trabajado, jefes y compañeros?
«Inicié en la Tarde del Quindío, luego pasé a La Crónica del Quindío, El País de Cali y ahora en El Colombiano. Fui corresponsal del Diario Deportivo y de El Colombiano durante 5 años.

Entre los jefes que he tenido están Lina Salazar, Adriana Marín, Alfonso Ospina, César Polanía, Ossiel Villada, Oswaldo Bustamante y Daniel Valero.

De todos los compañeros se aprende bastante, pero los más cercanos siempre han sido Jaime Herrera, Francisco Henao, Marco Antonio Garcés, Jéssica Quintero, Juan Felipe Zuleta y Claudia Arango. En la actualidad trabajo con un grupo de excelentes personas y profesionales a los que admiro por la manera como hacen su trabajo y la calidad humana que tienen».