Todos son culpables

Por Alfredo Carreño
Actualizado: 19 abril, 2023

Por Oscar Rentería Jiménez.

*Sobre lo que sucedió en Medellín, la culpa la tienen los directivos del Nacional, los hinchas de sur y la Alcaldía. Motiva el triunfo del Cali.
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Grave lo que sucedió el domingo en el Atanasio, triste episodio donde nadie puede esconder su responsabilidad. Primero, Nacional nunca debió ofrecer a esos hinchas, lo que después les quitó de un momento a otro. Segundo, reprochable la actitud de los seguidores de esa tribuna, al evitar con violencia y heridos la realización del partido.

Y tercero, increíble la actitud de la Alcaldía de Medellín, que en vez de aportar soluciones tomó partido para fomentar más la división.

Felicito a la Dimayor por aplazar el encuentro en forma indefinida. Jugarlo al día siguiente hubiera sido peor y hoy estaríamos lamentando hasta con muertos lo de unos y otros.

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EL CALI

Vi el partido que el Cali le ganó al Magdalena por 2 goles a 1 en compañía de Fernando Marín. Él lo sufrió como expresidente que es de la institución verdiblanca y yo—sin ser hincha del Cali ni del América, porque me duelen los equipos de la tierra donde nací.

Fue muy duro sumar esos tres puntos, por las numerosas ausencias que tuvo la titular y porque Magdalena también está penando por el descenso. Me gustó muchísimo ver a Mantilla en la cancha, la forma como respondió Castro en el medio y el nivel que sin ser el mejor, aumentaron Vásquez y Velasco.

En ese 4-2-3-1 que ordena Pinto, hay muchas cosas para corregir. Dawson se equivocó al intentar encajonar el fuerte disparo de Peña. Tenía que meterle los puños para evitar el empate. En ese rebote muchos se durmieron, especialmente Montaño, quien al parecer será titular definitivo sobre Tello.

Fueron buenos los dos goles, porque en el primero gustó el pelotazo de Castro, el pase de Vásquez y la definición de Mantilla. Y en el segundo, excelente el palo que buscó Velasco y magnífica la definición de Díaz al rematar con la cabeza.

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MUCHO OJO

Imposible olvidar la desesperación y el sufrimiento de Pinto, la asistencia de los hinchas que acompañaron al equipo y las razones que tuvo el Cali para volver a ganar. Hoy no escribiré sobre la entrega y la actitud, porque en mi última columna dije que lo único que importa ahora, es meter goles y ganar. Y eso fue lo que hizo el Cali, que sigue soportando la peor crisis económica de su historia.

Para Fernando Marín, la situación solo tiene dos soluciones inmediatas. Cambiar los estatutos para que aparezca un socio que invierta o caer en la famosa ley 1116, la de insolvencia económica.

El esfuerzo del presidente Mena se reconoce y se admira, pero paga con grandes esfuerzos una quincena y al poco tiempo vuelve a deber dos meses. Así resulta muy difícil buscar buenos resultados en la cancha.