Capsulas de Carreño

Una película en dos secuencias.

MEDELLÍN. Junior que había jugado bien, perdió la compostura al final. Con pelea cayó el telón, ganó Nacional y ahora abrirlo el jueves en la vuelta contra Guaraní y ratificar que si hay solvencia. Foto @Dimayor.

Por Jorge Alberto Cadavid M.

 

*El VAR que en todo favoreció a Nacional, pero todo dentro de la verdad de lo juzgado.

 

Todo gira alrededor del doble compromiso Libertadores – Liga, jugadores tratados con toda consideración, creo exageradas estas medidas, después del desperdicio de puntos en Liga.

En el primer acto, el telón se abre con Nacional cambiando tres en defensa, un invisible en el medio campo (Chacón) y una promesa en ataque.

En este orden Nacional fue un espectador en la inicial, borrando de un plumazo lo hecho en Asunción, Junior presionaba alto y medio y obligaba a Nacional a jugar en su propio campo.

El verde mostraba un equipo sin equilibrio, sin sociedades, sin quien lo sacara, sin juego por bandas, el tiburón era dueño y señor del compromiso.

El resultado en estas circunstancias era favorable, porque el visitante no aprovechó las gavelas que ofrecía el local.

La complementaria exigía la mano del técnico, los cambios eran obligados.

El segundo acto puso en el escenario a Andrade de entrada, y en pocos minutos estaban Rovira y Banguero hicieron mutis por el foro, los que tenían que salir.

Ya era a otro precio, las cargas se equilibraban y Nacional compitió en otro nivel.

Entonces entra el VAR que en todo favorece a Nacional, pero todo dentro de la verdad de lo juzgado.

Anuló un gol al Junior, expulsó un, que pena decirlo así, indeseable del fútbol, y validó un penal que cobrado por Duque le dio el triunfo al verde.

Después de la anotación, Nacional se recostó mucho sobre su zona defensiva y le dio opción al Junior, pero también usó el toque, la circulación del balón con propiedad, para copar el tiempo y lograr una victoria importante.

Así cayó el telón, para volver abrirlo en la vuelta contra Guaraní y ratificar que si hay solvencia, el peligro está en el recambio, no está claro.

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