Capsulas de Carreño

De Oído a Oído: Fútbol o esclavitud. Por Chalo González, Bogotá

 

Por Chalo González, Bogotá

*FUTBOL O ESCLAVITUD…*Una vez más el tema esta sobre la mesa en el fútbol profesional Colombiano.Y otra vez con el Tolima y su dueño Don Gabriel Camargo de por medio.
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Pareciera ser que jugar en el Tolima es firmar un contrato indiscutible e indisoluble y que empieza como el dueño diga y termina cuando él diga y como diga.
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Son varios los casos que en distintas épocas han terminado en tragos amargos con el estilo patronal de don Gabriel Camargo, Nelson Gallego, Fredy «El Muelas» León, Cristian Mejía, Robayo, Barbat, etc,y ahora el más reciente Carrascal.
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De oído a Oído me puse a preguntar cómo va este nuevo conflicto entre un jugador y el dueño del vino tinto y oro. En la pasada asamblea toda la dirigencia apoyó al titular del Tolima y se comprometieron a no contratar a Carrascal y de paso, le advirtieron al nuevo patrón, el América, que tampoco lo podía utilizar. Propuesta que según me contaron, don Tulio Gómez al parecer aceptó.
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Ahora la pregunta es obvia: ¿Cómo atenderá el presidente Americano el compromiso adquirido con sus colegas, si ya tiene contratado por 2 años y medio al jugador Carrascal?
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Pero aquí surgen más preguntas: Cómo la Dimayor acepta este contrato si en su propia Asamblea, los clubes apoyan al Tolima por considerar que esa decisión del jugador no aceptada por el Tolima (su renuncia) se perratea los intereses de los equipos.
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De Oído a Oído conocimos la reacción del presidente de Asocolfutpro, Carlos González Puche, quien tajantemente manifestó al programa FÚTBOL BOGOTANO VIP de COLMUNDO Radio,»que si en Colombia un trabajador no puede renunciar, entonces estamos regresando a las épocas de la esclavitud».
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Los argumentos para salir en defensa de los jugadores están respaldados por la reglamentación que figura en el Estatuto del Jugador.» Un club o un jugador puede terminar un vínculo laboral unilateralmente con sus consecuencias económicas y deportivas.
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El mismo estatuto permite habilitar al jugador para que actúe en otro equipo y no impedirle el derecho al trabajo.
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Pero que fue lo que provocó este nuevo lío laboral con el Tolima como protagonista. Carrascal manifiesta que tiene una oferta del exterior. El club coloca un precio de 1.500.000 dólares para su liberación.
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El posible empleador considera muy alta dicha cifra. El jugador se resiste a jugar, aduciendo sufrir una pubalgia. Cuando no hay acuerdo, Carrascal renuncia considerando que si esa es su cotización actual, entonces debe ganar más y no el «bajo» sueldo que hoy recibe de 20 millones de pesos.
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Es aquí donde desacomodan el señor Camargo y decide no solo no aceptarle la renuncia, sino que lo inscribe en la planilla de un partido frente a Rionegro. ¿Cómo manejará ésto la propia Dimayor que en su Asamblea de clubes respalda en todo a su socio Tolima?
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Como un jugador que ya no tenía contrato por haber renunciado y figurar con contrato nuevo en la propia entidad con otro club, resulta inscrito en la planilla de un partido para el cual ya no estaba presente. Con razón Rionegro demanda ese juego.
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Hoy la Dimayor debe aclarar si es la Asamblea la máxima autoridad disciplinaria y laboral, desconociendo las comisiones que allí existen para resolver todo tipo de conflictos.
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Hasta donde nosotros sabemos existe la Cámara Nacional de Resolución de disputas para resolver todo este tipo de conflictos.
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¿Tiene o no la razón  el dirigente de valorar a un jugador y pedir lo que él estime? ¿Quién resuelve el monto de la indemnización, el empleador o la normatividad.?
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Son interrogantes que surgen a la hora de la reclamación. Proscribir al jugador para poder seguir trabajando es la única defensa que tiene el empleador?. Qué prevalece aquí, la reglamentación de los empresarios o la ley.
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Seguramente usted amable ciberlector que puede ser jugador, dirigente, periodista o simple aficionado estará diciendo: ¿Y entonces ahora qué sigue?
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La pregunta se la hice al doctor González Puche, quien a propósito es árbitro en el seno de la Cámara de Resolución de Disputas en la FIFA, y me dijo:»Si una asamblea resuelve el conflicto laboral de un jugador, será necesario escuchar que piensan en el Ministerio del Trabajo, Corte Constitucional, Superintendencia de Industria y Comercio, hacia donde se tendrán que dirigir las respectivas denuncias y tutelas.
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Además ahora habrá que esperar que dicen las voces de los jugadores, si quieren seguir siendo tratados como esclavos»… esta me sonó a invitación, a paro, que digamos la verdad, en el fútbol colombiano nunca han prosperado en los últimos tiempos. A los jugadores les da miedo ingresar a las listas negras de los dirigentes.
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Mirando el conflicto con la óptica de don Gabriel, me acuerdo del popular Maquiavelo,..»el fin justifica los medios» pero mirado desde la otra acera, me llega a la memoria el nombre des ese gran líder Martín Luther King, que decía lo contrario» El fin no justifica los medios»
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Aquí lo único que esperamos es que esos pactos que suelen hacer los dirigentes, al final ellos mismos no los rompan. Hace poco todos se comprometieron a no contratar al joven Rivaldo Correa por solidaridad con el Rionegro y a la vuelta de la esquina lo estaba anunciando el Medellín. Ahora vamos a ver cómo actúa el cuñado del América en este caso de Carrascal. De momento ya lo tiene contratado, pese a la pubalgia y a la oferta del «EXTERIOR»que siempre ha manifestado tener el empresario del jugador.

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