Capsulas de Carreño

El debut de Colombia Sub 20

Por Javier Castell López.
Columnista El Heraldo.

*Colombia fue víctima de los peligrosos contraataques de Paraguay porque cuando atacaba no defendía bien.
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Los futbolistas durante el trámite de un partido están permanentemente pasando de atacantes a defensores y viceversa, casi simultáneamente. Las dos fases del juego, defensa y ataque, coexisten, son interdependientes. Cuando se ataca hay que estar preparado para defender y cuando se defiende hay que tener dispositivos preparados para atacar.

Pep Guardiola lo dice mucho mejor que yo: “Ataque y defensa son lo mismo. Defiendes bien, atacas mejor. Cuando atacas mejor, eres más agresivo sin el balón. No puedes dividirlos; no puedes hablar de esas dos cosas, sino es al mismo tiempo”.

Este introito para explicar, a mi juicio, el mayor defecto táctico de la Selección Colombia sub-20 en la primera parte en su debut ante Paraguay en el inicio del Sudamericano de la categoría. Muchas veces, más de las recomendables, Colombia fue víctima de los peligrosos contraataques de Paraguay porque cuando atacaba no defendía bien.

No reaccionaba inmediatamente en la zona en donde se perdía el balón (recuperación tras pérdida); no había una marca estrecha de los que estaban atrás y momentáneamente no participaban en ese ataque (aunque el balón está lejos, el partido se juega cerca); y tampoco realizaba un repliegue rápido (recuperación de posiciones defensivas). Las imprecisiones en los pases o las pérdidas del balón en fase ofensiva, y esto fue el déficit técnico, no tuvieron, la mayor de las veces, ninguna de estas tres acciones para contrarrestar esos contraataques.

Paraguay terminó ganando 1 a 0 ese primer tiempo y pudo aumentar el resultado un par de veces más. La segunda etapa fue diferente. Colombia hizo dos sustituciones al inicio de este que mejoraron la posesión del balón, y respaldó de manera agresiva y ordenada esa mejora y la más constante postura ofensiva con los elementos descritos arriba.

Paraguay no volvió a contraatacar y Colombia, que encontró el empate en los primeros minutos con un gran pase de Monsalve (por lo mostrado pareciera merecer ser titular) a Luna, que definió impecable, la sometió, fue dominadora territorial, persistente, se acercó peligrosamente al área rival y, tal vez, hasta fue merecedora de la victoria.

Esta versión del segundo tiempo ilusiona más a los hinchas colombianos para lo que sigue del torneo. Y lo que sigue es Perú, hoy.

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