Capsulas de Carreño

Sobraron táctica y sudor. Sigue ausente el fútbol (María Victoria Zapata)

MARIA-VICTORIA-ZAPATAPor María Victoria Zapata B.

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*El tiempo se agota y todavía hay   durísimos obstáculos por salvar.
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Fue un empate   lleno de transpiración y coraje por parte del DIM, características que no se habían observado en el equipo en las últimas fechas.

A falta de fútbol,  que  aun  continúa extraviado,  el Medellín  hizo gala de  combatividad en  la  ciudad de Barrancabermeja. Con un estadio al que fue preciso corregir la  demarcación de sus áreas, un deficiente  arbitraje del colegiado Imer Machado,  la apresurada  expulsión  del volante rojo Yilmar Angulo, por doble amarilla,  cuando apenas transcurrían 20 minutos de juego,  y algunos cambios posicionales  tanto en  el onceno inicial como en el desarrollo del compromiso,  la táctica y el sudor  le permitieron  al DIM neutralizar  tanto la ofensiva local como su inferioridad numérica durante   casi todo el partido.

Con la doble línea de 4 con la que inició el  compromiso,  el DIM   se mostró como un cuadro  ordenado en defensa ,   errático en la entrega  del balón  y  peligroso aunque esporádico en sus llegadas, carencia  ésta, que se  hizo más visible tras la  prematura salida de Angulo y la obligada  reestructuración táctica  que incluyó  la reubicación de Marrugo, quien   tuvo que improvisar como recuperador. Alianza Petrolera, por su parte,  se apropió de  las bandas,  fue predecible en su ataque y no supo usufructuar  la jugador de más.

La anotación roja,  de Daniel Torres en acción de penal, al minuto 59,  acabó con  la ineficacia roja  en los cobros desde los doce pasos y  le dio al DIM la ventaja momentánea en el marcador. Un   potente   cobro  de tiro libre del panameño Nelson Barahona, una barrera mal ubicada  y un David González  “cómplice”  de la acción, igualaron la pizarra, obligaron al DIM a cambiar nuevamente su módulo (por un 5-3) y replegarse por completo.  Mientras la orfandad de Juan Fernando Caicedo  se manifestaba de mil maneras en el terreno de juego y  arquero, zagueros y volantes rojos transpiraban copiosamente y  constituían un  compacto cerco defensivo y afectivo,  Alianza buscaba  con Barahona, Arzuaga y Castro el gol de la victoria que el DIM, agigantado en defensa, le negó.

El 1-1 con el que terminó el juego  aplazó la clasificación  en  ambos contendores.

Es pertinente señalar, sin embargo, que aunque el punto tiene un valor incuestionable y  el  DIM mejoró ostensiblemente en ordenamiento táctico, en actitud, en entrega, en ganas y en  coraje, el fútbol sigue lejos, lejísimos, del equipo y la preocupación  en modo alguno  disminuye. Por el contrario, esa inquietud  latente nos lleva a preguntarnos una y otra vez si esta mejoría anímica supone  el  punto de partida para el regreso de nuestro añorado fútbol de comienzo del torneo  o si nos bastará solamente con sudor para superar los dos  difíciles partidos que se  avecinan, ambos en condición de local, ante Millonarios y Envigado.

Porque es un hecho que seguimos en  deuda  tanto en generación de juego como en definición, que  hoy carecemos de aquellos ingredientes esenciales  para las instancias definitivas del campeonato, como son el gol, el manejo de resultados y  un fútbol sinónimo de fortaleza y  respeto.

El próximo sábado y ante Millonarios,  será  vital  nuestra presencia en las graderías del Atanasio Girardot .  Y será, fundamental, así mismo, el comportamiento del equipo en la cancha. Nosotros, como jugador Nº 12,  el DIM  con la inaplazable obligación de recuperar su fútbol, su nivel y la ilusión de su hinchada. El tiempo se agota y todavía hay   durísimos obstáculos por salvar.

Ayer, en Barrancabermeja sobró transpiración.  Todavía  carecemos de  fútbol, no lo podemos negar.

[María Victoria Zapata B.]

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