Y de repente se acabó el reinado… Por Juan Gonzalo Montoya

Por Alfredo Carreño
Actualizado: 6 abril, 2020

Por Juan Gonzalo Montoya

*Espero que nuestros directivos reflexionen, que los futbolistas aterricen y que todos pongamos de nuestra parte para que esto cambie.
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El fútbol, el niño bonito de los deportes, el de más audiencia a nivel mundial, el que más millones mueve en todos los ámbitos, traspasos, derechos de televisión, venta de entradas, visitas a museos, publicidad, redes sociales y prensa, pasó de un día a otro a un segundo plano todo por cuenta y obra del Covid 19 o Coronavirus, que llegó de China muy seguramente para cambiar la forma en que vivimos.

Hoy en día nadie habla de Messi, ni de Ronaldo o de las magníficas manos prodigiosas de Oblak frente al Liverpool, nada de eso; hoy todo el mundo está pendiente de esta pandemia infame que nos llegó a todos, que no distingue color de piel, credo o estrato social y que nos tiene llorando por dos de las naciones más futboleras del planeta, Italia y España.

¿Quién está pendiente hoy sobre qué hizo cualquier estrella del futbol en su día, o qué publicó en redes sociales? Nadie, todos estamos pendientes de cómo saldremos de ésta en que nos metimos y casi sin saber por qué; eso sí, se agradece que muchos de estos actores del balompié, hayan entrado en contexto y estén apoyando a los menos favorecidos y apoyando causas para salir del apuro.

Este mal que nos llegó en este 2020, agarró al fútbol con los pantalones abajo, en este caso con la pantaloneta, porque a pesar de ser un negocio millonario, nadie previó que esto iba a pasar y tiene pasando afugías desde los equipos más poderosos y con más abolengo de Europa y no quiero ni decir que pasa con los más chicos del resto del mundo; todos están viendo como bajan sueldos y se aprietan los pantalones para sobrevivir y los principales perjudicados son los empleados del club y finalmente los futbolistas.

Hay un refrán que dice “ No hay mal que por bien no venga” pues eso, que todo esto nos invite a la reflexión y hagamos un alto en el camino; no estaría de más que el fútbol se reiniciara y se mirara en el ombligo y miraran que esto no puede seguir con ese nivel de locura, que los sueldos que ganan algunos están fuera de contexto, que no puede existir una diferencia entre lo que gana un futbolista contra lo que gana un médico o un enfermero o cualquiera que esté dedicado al sector de la salud.

No lo digo porque hoy se les dé el reconocimiento de héroes, han sido héroes ayer, hoy y lo seguirán siendo, además es gente que tiene que estar en capacitación constante. Los futbolistas y deportistas son héroes también, pero no son más que los del sector de la salud, bastó esta calamidad para que nuestros ojos y agradecimiento esté con ellos y, a falta de estadio para animarlos, bueno es un balcón o una terraza para aplaudirles.

Espero que nuestros directivos reflexionen, que los futbolistas aterricen y todos los que de alguna u otra manera nos movemos en este mundo pongamos de nuestra parte para que esto cambie.

No puede ser que el presidente de la Dimayor, Jorge Enrique Vélez dijera en su momento que “a donde le mandaba la factura” al gobierno para trasmitir los partidos del campeonato profesional colombiano en abierto y que un mes después les envíe otra una carta llorando, pidiendo dinero para rescatar al fútbol y siga tan orondo en su cargo, como si con él no fuera la cosa.

Bien lo decía Jorge Valdano “El fútbol es la cosa más importante de las cosas menos importantes”, pues hoy, ni eso es.

Saludos.
Juango.